EL FONDILLÓN Y LOS VINOS DE ALICANTE
¿Quién a estas alturas no conoce Alicante y su gran litoral playero? Destino tradicional mediterráneo apto para todos los planes. Y no sólo planes veraniegos o marinos, si no también para winelovers. Porque yo cuando viajo, me bebo la tierra. No cojo el coche para acabar pidiendo ribera o rioja en Andalucía o en el Levante. Por eso, he conocido de primera mano vinos formidables de la DO Alicante con su origen, bodega, procesos y además una cata guiada. Bodega Santa Catalina del Mañán es un fiel reflejo de la uva monastrell cuidada y llevada a su máxima expresión, como en el fondillón.
BODEGA SANTA CATALINA DEL MAÑÁN: MÁS QUE UNA COOPERATIVA
Extendida en 800 hectáreas y besada por un clima mediterráneo, la viña tiene una situación próxima al mar que le confiere unas características aptas para el cultivo de la monastrell, principalmente.
Hoy en día, mantener una bodega en ocasiones es más un reto que un trabajo estable. Muchos agricultores han tenido que desplantar vid siguiendo directivas de la UE , replantando a veces nuevos cultivos como la almendra, o incluso han abandonado la tradición vinícola por otros rumbos más certeros como las energías solares…
Pero Bodegas Santa Catalina ha aprovechado las sinergias de la tierra para dar distintos frutos, y ya llevan más de 50 años apostando por el vino y muy especialmente elaborando uno de los «grandes», como es el fondillón.
EL FONDILLÓN, ESA RARA AVIS DE LOS VINOS.
Para hacer fondillón “no vale cualquiera”. La bodega debe hacer ciertas inversiones como poner barriles monoveros de la Dop alicante de 1.200 litros- las barricas nunca deben ser nuevas, como mínimo deben haber estado en uso 3 años. Se va a elaborar un vino estático durante un mínimo de 10 años. Durante estos años, de la barrica se extraerá (la “saca”) un 20% como máximo, que es la cantidad que suele evaporarse dentro de la barrica.
La viña debe estar certificada por la DO Alicante, y la uva ser de la variedad monastrell de la zona. Se dejará sobremadurar en la vid, con una vendimia tardía, para concentrar el máximo de dulzor.
Al igual que los vinos generosos de Jerez, el vino puede pasar por criaderas, pero también dejarse sólo en una única solera. Algunos lo llaman «vino rancio» pero detesto ese término. Para mí algo rancío es algo de sabor pasado, desagradable, y nada más lejos de la realidad, este vino.
HISTORIA DEL FONDILLÓN
Este vino se popularizó durante la Edad Media siendo el vino favorito de la nobleza y la realeza. Se exportaba a países europeos, como Inglaterra. Durante la Guerra de Sucesión Española en el siglo XVIII, la producción de Fondillón se redujo drásticamente, aunque algunas bodegas en Alicante continuaron produciéndolo secretamente para evitar impuestos y saqueos.
De hecho, en 1510 el Rey Fernando el Católico otorgó a Alicante un privilegio excepcional. Se constituyó la “Junta d´Inhibició del Vi Foraster d´Alacant” . Se prohibía la entrada de vinos de fuera del término de la ciudad para su comercio o salida a través del puerto. Esto sucedió para poder exportarse a Francia, al Rey Sol. Creándose así una organización que sentó el precedente de lo que hoy es una denominación de origen. ¡Por ello podríamos considerar a la Do de Alicante la Do más antigua del mundo!
El Fondillón tiene una graduación alcohólica que suele oscilar entre 15% y 23%, lo que lo convierte en un vino fuerte y concentrado.
LAS OPCIONES DE LA MONASTRELL Y LOS VINOS DE ALICANTE
En Bodegas como Santa Catalina encontrarás un vino para cada ocasión y para cada paladar. Tienen líneas muy “variopintas”, como su divertida Locura Mañá:
– Marisquero: 60% moscatel y 40% macabeo, un vino refrescante, acidez perfecta, fácil de beber , apto para iniciarse en el vino.
– Locura: este monastrell es pura golosina, querrás más y más de este rosado
– Emoción: un tinto de monastrell y alicante bouschet, con iniciación en barrica. Ideal para abrir boca antes del aperitivo.
También está su línea más transgresora llamada “Embaucador” con su blanco chardonnay o su versión tinta con monastrell. Estupendos para tapear…
Su aclamado Caterina, es un premiado monastrell con crianza en barrica, que da la talla frente a la habitual juventud del resto de monastrell que no son envejecidos. Para armonizar con una buena comida.
Podría seguir hablando de esta bodega y su diversa oferta de vinos, también de otras variedades como su Rustic: un tinto de Alicante, pero con cabernet Sauvignon. Elegante, con toques ahumados. Y tienen aún más, pero éstos son los que he catado , el resto te dejo la incógnita para probar. ¡Yo ya soy fan de los vinos de Alicante y su monastrell!
ENOTURISMO
Ya lo sabes, si viajas al levante alicantino recuerda que hay grandes tierras de vino. Esta bodega en la carretera de Monóvar a Pinoso, es una gran elección. Con unos vinos más que recomendables, ¡fantásticos! Además tienen una vinoteca con amplia variedad de productos de la zona e identidad propia. Recibimos una atención formidable tanto por el personal de la tienda como por su director comercial Xavier Taribó.
El turismo del vino acerca la cultura, tradición y costumbres de Alicante al visitante. Un buen ejemplo es la fiesta de la vendimia que Bodega Santa Catalina celebra en octubre, para todos los públicos , donde los niños por cierto se lo pasan en grande pisando uva.
«La pasión por el vino es una emoción del alma».
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