Freeda, la plataforma que difunde historias reales para inspirar un cambio positivo, celebró el 8M. Y lo hizo en sus oficinas sitas en el Matadero de Madrid. ‘Por mí y por todas mis compañeras’, fue una mesa redonda para hablar de la importancia de los apoyos entre mujeres. Se habló de las redes y no las sociales sino las que se tejen para sostenernos, las mujeres, para avanzar y para sobrevivir en algunos casos.

Las panelistas fueron Andrea Abaigar, autora de ‘Tonteando con la maternidad y sin drogas’ e integrante de Hasta la Teta; Lucía- Asué Mbomío, periodista y divulgadora, que abordó el papel de las mujeres en las comunidades afrodescendientes; Noa Sánchez, cantante y modelo, que explicó como aborda en redes sociales la gordofobia; y Rafaela Pimentel, de Territorio Doméstico, habló en primera persona como trabajadora del hogar y activista.
Todas coincidieron en que una red de apoyo puede incluso salvar la vida de muchas mujerEs.
“Las redes entre mujeres para nosotras han sido muy importantes, y más para las que hemos tenido que emigrar en busca de una vida mejor. Una mujer sola en el empleo de hogar es una de las cosas más difíciles porque desafiamos las fronteras, viniendo a países donde no conoces a nadie. Te juntas con otras para poner un pequeño comercio, una tienda de ropa… Nos ha costado mucho que este trabajo tenga unos derechos y lo hemos conseguido hace poco. Por eso las redes son muy importantes, es lo que nos sostiene”, dice Rafaela Pimentel.
En algún momento de sus vidas, estas mujeres nos contaron como se habían sentido en soledad e incomprendidas. A veces siendo madres hay que escuchar y aguantar muchos comentarios gratuitos que no aportan valor. Algunas mujeres se enfrentan a la depresión post parto incluso sin ser conscientes de que la sufren como le sucedió a Noa Sánchez.
Afortunadamente cada vez hay más concienciación sobre la importancia de la salud mental y precisamente a través de las redes físicas y sociales se puede encontrar información y grupos afines. Hoy en día no se debería vivir en la ignorancia informativa y debemos cuestionarnos también todo lo que escuchemos o leamos. Aunque normalmente las críticas que más nos afectan a las mujeres son las del entorno más cercano.
“Es posible no estar de acuerdo entre nosotras y está bien. Escucharnos es necesario, porque esas diferencias construyen discursos desde el eslabón más débil. Yo fui la única niña negra del cole. A mí me decían ‘negra de mierda’ y preguntaban que si manchaba…» concluye Lucía Asué-Mbomio.
“Contra el estereotipo que dice que las mujeres no nos llevamos bien o tendemos a la rivalidad entre nosotras, queremos poner en valor todos esos momentos en los que el apoyo mutuo nos ha salvado la vida, ya sea en forma de grupo de en redes sociales, proyecto colectivo o con algo tan sencillo como recurrir a nuestras propias amigas, madres, hermanas o abuelas”, afirma Clara Amechazurra, directora de contenidos de Freeda España.
Este evento del 8M en Freeda nos hizo recordar el coloquio de Mujeres Comunicando celebrado en nuestro segundo aniversario, con panelistas mujeres con puntos de vista distintos pero enriquecedores.
No siempre se puede estar de acuerdo con todo lo que estas redes opinan o sus gurús dicen. Porque cada mujer tenemos una realidad diferente y la libertad para opinar, discrepar o concordar. Pero la clave es respetarnos y permitir que cada mujer tenga espacio en el feminismo.
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