En alguna ocasión ya he dicho que para mí la cosmética es como la magia. Transforma y convierte. Y la buena cosmética es como una alquimia, transmuta los elementos. La cosmética no debería tener la única función de cuidar y mejorar nuestra piel, sino también envolvernos y darnos bienestar durante su aplicación. Puramente eso: cuidar e impregnarnos de bienestar. Hablemos de sérums y agua de campo. Puramente 23: conozcamos la cosmética botánica en su máxima expresión.
Contenidos
1. PACKAGING: LA ILUSTRACIÓN
Cada detalle cuenta. En Puramente 23 los envases llevan ilustraciones de plantas e insectos . En el Sérum Botánico , destaca la flor de la Jara (muy típica en la comarca del mismo nombre) junto con otras especies en una refinada estampa que parece ya invitarte a un mundo botánico antes de abrir la caja. Sena Cifuentes es la acuarelista botánica que dibuja y colorea el diseño. Un delicado detalle de la calidad puesta de principio a fin en todo el producto.
2. ORÍGEN Y AROMATERAPIA
Se trata de impregnarnos de espíritu de naturaleza, del campo, de volver a los orígenes, de dejarnos embriagar por lo sensorial, por el poder de lo natural. ¿Cuál es el origen de esta cosmética? Una granja ecológica en un pueblo de Cáceres- Los Confites. Es una cosmética de huerta. ¿Quién no ama el olor del campo, escuchar el crujir de la madera, o saborear una una fruta recién cortada? ¿Y si pudiéramos concentrarlo todo en un elixir? Con la fuerza de la aromaterapia, esta cosmética te trasladará mentalmente a la naturaleza, el mejor lugar para vivir.
3. EL SÉRUM BOTÁNICO
Poder usar un producto que sea multifunciones (tanto para el rostro, el cuerpo o el cabello) es algo muy valorado en un mundo de abundancia e infinitas opciones. “Lo esencial es invisible a los ojos” como diría el Principito. Y si un producto reúne lo esencial, eso es lo importante. Se elabora co 23 aceites esenciales y vegetales puros:

– 6 aceites vegetales: Semilla de uva (muy usada en vinoterapia), aguacate, caléndula y zanahoria maceradas en Aceite de girasol, onagra y rosa mosqueta.
– 17 aceites esenciales: Bergamota, limón, lavanda, incienso, romero, ciprés, árbol de té, geranio, pachuli, cedro, salvia, naranja dulce, canela, vetiver , Ylang Ylang, cilantro y Jara.
Para disfrutar de la experiencia, aplicas unas gotas en la palma, frotas las manos, aspiras el aroma unos segundos. Después te masajeas el rostro con el sérum suavemente mientras continúas aspirando el aroma evocador. Inspira calma, relax, y vuelta a la infancia, al campo, a la pureza.
Esta síntesis de ingredientes consigue una armonía celular. Con esta formulación se busca la regeneración del tejido conjuntivo consiguiendo una piel más equilibrada y más luminosa.
Los aceites esenciales a través de las glándulas pituitarias por ósmosis llegan a la corteza cerebral y resetean la mente, creando una sensación de bienestar y positivismo.
4. LA BRUMA: AGUA DE CAMPO.
Si te dijeran que con unas gotitas te trasladas al campo y al corazón de la naturaleza, ¿querrías disfrutar de la experiencia? Qué felicidad. Esta bruma refrescante tiene aroma especiado que me trae a la memoria no sólo el campo sino también la infancia, y el patio de mi abuela, :

– El eucalipto y romero tienen efecto refrescante
– La fragancia de la naranja aporta energía vivificante
– El aroma especiado del clavo y la canela aporta calma y serenidad.
A veces necesito desconexión y reconexión con la naturaleza en mi rutina diaria. Desde que he conocido esta bruma, me acompaña cuando salgo. Y es que los aceites esenciales tienen propiedades antivirales, antibacterianas y antifúngicas por lo que esta bruma se puede aplicar en la mascarilla , y además de desinfectarla te permitirá ir aspirando aromas naturales que mejorarán tu estado de ánimo.
Verdaderamente tanto el sérum Puramente 23 como la bruma Agua de campo, son un viaje cosmético desde la piel hasta la mente.
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