Emilia Pardo Bazán fue una feminista de otro siglo. El pasado 12 de mayo se cumplieron 100 años de la muerte de Emilia Pardo Bazán. Una figura que no resulta conocida para todo el mundo pero que para las mujeres de España supuso un punto de inflexión y al menos un motor de cambio para los derechos de las mujeres en una sociedad y época conservadora donde ella añadió disrupción en la forma de pensar.
La Asociación de Amistad hispano-francesa AVENIR organizó una conferencia el pasado 26 de

mayo para hablar de esta figura. La conferencia y coloquio fue a cargo de Dolores Thion Soriano-Mollá, Catedrática en la Université de Pau et des Pays de l’Adour, Marisa Sotelo Vázquez, Catedrática en la Universidad de Barcelona, Carmen Mejía Ruiz, Filóloga, profesora y Directora del Instituto de Investigaciones Feministas de dicha Universidad y Ana Rodríguez-Fischer, Filóloga y profesora de Literatura Española en la Universidad de Barcelona. La moderadora fue Magdalena Suarez Ojeda, Directora de la Unidad de Igualdad de la UCM . El encuentro se celebró en el Club Financiero de Madrid y lo presentó la presidenta de Avenir, Maria Luisa Contes, junto con el embajador de Francia en España, Jean-Michel Casa y la cónsul.
En la conferencia se comentó la trayectoria, vida y obra de Emilia Pardo Bazán, “Doña Emilia”, y nos presentaron su personalidad, sin duda revelándonos un personaje feminista no tan conocido como debiera. Por ello queremos escribir más sobre esta mujer y su vida.
Un estilo de mujer, para algunas personas, lejos de los estereotipos del cuestionable feminismo actual porque vamos a hablar de una condesa coruñesa, europeísta (afrancesada), madre, católica, de familia adinerada y autoproclamada feminista radical.
1. LEGADO LITERARIO Y TRABAJOS
Emilia no pudo acceder a la universidad, lo que más anhelaba, porque entonces esta enseñanza estaba vetada a las mujeres. Pero si pudo estudiar en un colegio francés, donde aprendió la lengua y la cultura del país vecino, lo cual desde un primer momento le acercó mucho a Francia. Sentía fascinación por Victor Hugo – y se la llamó “afrancesada”, una de aquellas personas que defendían los valores de la Revolución francesa , libertad, igualdad y fraternidad.
En 1879 publicó su primera novela Pascual López, la autobiografía de un estudiante de medicina. Durante una estancia en el balneario de Vichy escribió su segunda novela “Un viaje de novios” donde se cuestiona el papel al que se enfrenta la mujer al contraer matrimonio.
Escribió poesía patriótica entre otros estilos. Fundó la Revista de Galicia en 1880, siendo novelista y autora de cuentos, dirigió y editó esta revista donde también publicaba sus críticas literarias.
Tras su separación, al mudar su residencia de la Coruña a Madrid, escribió su propia revista titulada Nuevo Teatro Crítico en 1891 que tuvo que cerrar dos años después por caída de suscriptores. Y fundó la Biblioteca de la Mujer, traduciendo libros de pensadores más pro mujeres, promoviendo el Feminismo español en aquel momento.
Emilia Pardo Bazán fue la primera mujer corresponsal para diferentes periódicos. Se convirtió en la presidenta de la sección de Literatura del Ateneo en 1906 de Madrid . Y también en la primera mujer en conseguir una cátedra en la universidad, en España, en la entonces Universidad Central- actualmente conocida como Universidad Complutense. Aunque no con mucho éxito, sólo 3 alumnos se matricularon, a causa del boicot de sus compañeros de cátedra masculinos. Como feminista, no desistió en su empeño.
Sin embargo, Emilia entrará como Consejera del Ministerio de Instrucción Pública, y así el 8 de marzo se aprueba una orden que autoriza la matriculación de hombres y mujeres por igual.
Pero este bloqueo que hemos visto hacia las mujeres se daba continuamente, pues Emilia solicitó ser miembro de la Real Academia Española y se le negó. Sin embrgo ella durante toda su vida no se resignó y siguió exigiendo lo que era justo para una mujer y la igualdad de derechos. Y apenas un mes después, en 1912 se convirtió en socia de número de la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País. Esta razón le permitiría tres años después ser la primera mujer en votar a los compromisarios para la elección de senadores, por causa del cupo de las sociedades económicas. Aunque recordemos que no fue hasta 1931 cuando todas las mujeres pudieron votar.
En un viaje a Paris coincide con novelistas catalanes que le sugieren que añada un prólogo a su obra de Los Pazos de Ulloa, donde explique porque ha querido seguir trabajando a pesar de su aventajada condición- para una mujer de su clase. Ella hará un análisis de la situación caciquil de Galicia- y España- en esa época, y la impotencia de no poder cambiar la realidad…
Con su obra La Tribuna reivindica el papel de la mujer en la sociedad, y la protagonista se convierte en portavoz de las ideas revolucionarias en la fábrica donde se ambienta la novela. Emilia así visibiliza la generación de mujeres jóvenes que anhelan una vida más allá del ámbito doméstico.
Polifacética y prolífica en obras, escribió incluso libros de cocina, sobre todo gallega.
2. VIDA, HUMOR Y AUTOCRÍTICA EN SU OBRA
Emilia se casó a temprana edad, apenas 17 años, y fue madre de tres hijos. Esta situación no limitó su espíritu viajero. Viajaba por Europa con frecuencia, junto a su familia y se movía en círculos de la aristocracia.

La libertad del individuo era inalienable para Emilia. Una de sus obras, La cuestión palpitante, es un ensayo de la difusión de las ideas modernas literarias (naturalismo, darwinismo, materialismo marxista…). Esto suscitó muchas críticas y el marido de Pardo Bazán intentó que su mujer abandonara la literatura, lo cual produjo la separación del matrimonio. En la intimidad se separaron en 1884 pero sólo lo oficializaron en 1890. Emilia partió entonces para Madrid.
Mantuvo una intensa relación sentimental con Benito Perez-Galdós. Sin embargo durante esta relación, ella conoce a Lázaro Galdiano, y tuvo una breve relación algo inesperada con éste. Aunque después se reconcilió con Benito, tal vez ambos en aquella época se “simultanearon”. Ella escribió la obra “Insolación” pensada para Lázaro Galdiano.
Puede decirse que Emilia se ganó la vida con su trabajo literario, aún viniendo de familia acaudalada. Emilia fue ante todo una cronista extraordinaria, con un gran sentido de humor y curiosidad. Esto se refleja constantemente en sus obras, con ácidos adjetivos sobre los personajes o acontecimientos:
“ Calaverón”, “Rostro de lechuza” , “Garbancero” son algunos de los apodos que pone a personajes en sus obras. Mezclando el humor con la crítica.
“Me vesti de largo, me casé, y estallo la revolución” Al hablar de su boda menciona que «parecía una comitiva de reos de muerte«. Se casó con 16 años, con José Fernando Quiroga y Pérez de Deza, de 20.
Se interesó también por la moda, y reivindicaba la falda pantalón, acortar las faldas, buscar la comodidad, pues aquellos vestidos y faldones de la época eran según ella decía “un caldo de cultivo de microbios”. Desde luego un vestuario nada apto para los tiempos que vivimos…
Fallece en madrid el 12 mayo de 1921 y se publica su último articulo, póstumo, al día siguiente en el Abc.
3. ENTORNO LITERARIO Y BOHEMIA
Tras la pérdida de las colonias Emilia se preocupa por la decadencia del imperio español. Queda muy latente en 1899, en su conferencia de la Conferencia en la Sociedad de Conferencias de París.
En ese momento se desarrollaba la corriente del Modernismo, incorporando lo sobrenatural también en las obras. Ella escribe entonces la Sirena negra, de rasgos esotéricos. Demostró un temprano interés por los movimientos culturales del tiempo.

Emilia Pardo Bazán fue la introductora del naturalismo en España, lo cual causó escándalo en el país. Su curiosidad intelectual le hacía ser una mujer abierta, ecléctica y sobre rodo tolerante. Le gustaba ir a París, porque podía salir sola a la calle, era algo normal. Frecuentaba mucho los bares bohemios y ambientes científicos y literarios.
Ella introdujo la literatura científica en sus escritos. El mismo Zola se sorprendió de que ella, «tan católica», hablara y debatiera de temas como el naturalismo, el determinismo, la influencia del medio en el ser humano…
Los límites del naturalismo francés estaban en esos “recovecos del alma” donde los rusos sí se adentraban. Emilia estableció una fuerte amistad con el conocido antizarista Pauvlosky, exiliado en París, y a través de él estudiaría la literatura rusa naturalista.
Mantuvo un dialogo constante cultural con Francia tras separarse de su marido, pues decidió irse todos los inviernos a Paris. Su mayor placer era leer en la paz de la biblioteca de Paris
4. MEMORIA
Apenas se estudió nada sobre ella durante el franquismo aunque a partir de los años 50 y 60 se comienzan a quitar etiquetas en su figura, pero sólo a partir de los años 80 se engrandece su figura para estudiarla más y conmemorarla.
Ella atrapaba al lector de la época, “revolucionándolo”. Además fue siempre muy crítica al comparar a España con Francia. Y la visión de pueblo pintoresco que Francia tenía aún de España – como reflejó por ejemplo Prosper Merimée con su novela Carmen.
Ante todo fue defensora de la igualdad de derechos de mujeres y hombres, cuando hablaba del “sarracenismo” de los hombres. Esto en parte se debe a la educacion que le dio su padre, siempre liberal, animándola a luchar por lo que quería y no darse por vencida. Ella opinaba que la solución en España era instruir y educar a los hombres en igualdad. Emilia dijo que “la humildad y la modestia en las mujeres conscientes de sus méritos no eran una virtud sino una forma de sumisión a los estereotipos más asentados sobre la feminidad respetable”.
La conferencia en Mujeres Avenir resultó sumamente interesante porque muchas personas descubrimos a una mujer algo desconocida y sobre todo digna de recordar y estudiar.
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