Ayer se celebró el día mundial del Turismo. Un día anual marcado en el calendario, pero sin duda el 27 de septiembre de 2020 cobra mucha más relevancia. El turismo y los viajes, tan limitados por no decir prohibidos, obligan a los viajeros a hacer de tripas corazón. En STYLE 4 LIFE Iberia este año hemos hecho nuestro turismo propio desplazándonos por la península ibérica, respetando las limitaciones covid19 pero aun así disfrutando al máximo. Y sentimos nostalgia de los grandes viajes. Esos que te alejan de tu zona de confort o tu territorio “seguro” donde cada día es una sorpresa y un aprendizaje. Reflexiono ahora en los 10 mejores viajes hechos.

Cuando miro hacia atrás pienso en todos los destinos conocidos hasta el presente. Afirmo que el turismo es para muchas personas nuestro estilo de vida y deporte preferido. Soy muy afortunada por haber viajado tanto hasta la fecha, bendigo cada uno de los 50 países que llevo visitados hasta el presente. Y me gusta recapacitar estos días en lo que más me ha marcado de cada experiencia. Intentaré condensarlo en un grupo con mis 10 mejores viajes hasta la fecha:

China: Mi primer viaje lejos de Europa, elegí lo más lejos posible, Extremo Oriente. Fue el gran descubrimiento, el abrazar una cultura milenaria tan lejana a mí por la que nunca me había interesado hasta entonces. 

Sentí admiración por sus templos budistas en lugares muy energéticos de la naturaleza. Descubrí un pueblo muy trabajador e inteligente. Capaces de comunicarse sin hablar una palabra de inglés.

India: Fue un viaje distinto y especial. Lejos de todos los estereotipos que había oído. Vi la pobreza, la miseria humana, la indiferencia de una población ante la condición de sus semejantes. Sufrí, pero también lloré de alegría al ver el Taj Mahal. Ví a niños con los ojos más increíbles del mundo. Pero muy a mi pesar no vi alegría. Aprendí a valorar lo muy afortunado que eres sólo por haber nacido en un trozo de la tierra determinado.

Nepal: Un país en las nubes de los Himalayas. Me sentí liberada sólo por haber dejado atrás India y un mal día. Admiré el fervor religioso sosegado con el que sus gentes adoraban silenciosamente a sus dioses. Conocí los masajes ayurveda donde cuerpo y alma se conectan enérgicamente. Pude admirar la belleza del Everest desde una avioneta y pisar de nuevo el suelo llena de fuerza.

Zambia: Pasé un verano entero como cooperante. Aprendí a prescindir del ocio cuando no existe como opción. A centrarme más en las personas con las que me cruzaba y a valorar la comida cada día. La belleza la descubrí en las cosas más simples, en la risa de los niños, en la educación de sus vecinos, su amabilidad y curiosidad hacia el forastero blanco. Tesoros como las cataratas Victoria sacan tu síndrome de Stendhal a flor de piel.

Egipto: Qué decir de este país que no haya expresado ya aquí. Tomar contacto con un país cuya civilización marcó los anales de nuestra historia me parecía un sueño. 

Y los sueños se cumplen, poder pisar los mismos templos donde los faraones vivieron y reinaron parecía algo imposible. Empaparte de su mitología, creencias y valorar su gran patrimonio me hizo fan de toda esta cultura.

Perú: Un verano invernal. Dos semanas para explorar este gran país. Me cautivó la sabiduría de sus guías turísticos, conocer a fondo la cultura precolombina. 

Sus lugares sagrados y enigmáticos que revelan la inteligencia de la cultura maya. Líneas de Nazca, valle sagrado del Machu Picchu…Y por supuesto, saborear su gran gastronomía.

Islandia: Por primera vez veranée en un país lejos de las masas. Su escasa población me permitió recorrer en coche los increíbles paísajes, sin apenas tráfico o coincidir con grandes grupos. Glaciares, cataratas, géiser, campos lunares…Sientes estar lejos de Europa y las grandes ciudades. Naturaleza y días interminables con apenas horas de noche.

Rusia: Qué decir de este país en el que ví muchos contrastes. Lo recorrí de sur a norte y después de conocer Saratov, Engels o Moscú, cuando llegué a San Petersburgo me parecía estar en otro país, ¿tal vez un sucedáneo de las capitales centroeuropeas? 

En Moscú ví el contraste del comunismo vs lujo en la misma plaza Roja. Y a caminar con cuidado ante imponentes metralletas de los guardias urbanos.

Cabo Verde: El caribe africano. De los países donde más a gusto me he sentido, un pueblo educado y respetuoso. Fabulosas playas y fiestas populares de costumbres muy sencillas. 

Me enamoré de la Morna, principalmente representada por Cesaria Évora. Una mezcla de cultura portuguesa y africana muy bien conjugada. Una vida sin prisas, y bastante segura en general.

Cuba: qué decir de esta joya de isla. Con razón España lloró al perder esta isla
hace décadas. La música y danza les corren por las venas. Un pueblo muy vivo que aprendió a convivir con su presente aunque sin resignarse a la libertad. Gente con pasión y ganas de conocer forasteros y saber de la vida más allá de la isla. Un pueblo culto y que saber disfrutar de la vida a su manera. Mi experiencia la conté aquí.

Sin embargo, son sólo una selección basada en los recuerdos más potentes que guardo, porque los 10 mejores viajes serán los que tú escojas y conviertas en únicos.

Pilar

Style4life

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