En la primera parte de este artículo, comencé por Luxor, donde hay muchísimo que ver en este viaje a Egipto. Retomando el viaje, continúe por el Nilo, hasta Edfu. Allí se encuentra el templo de la época ptolemaica en honor a Horus, el dios con cabeza de Halcón (hijo de Osiris e Isis). 

Situado en la orilla occidental del Nilo, se considera el mayor centro de conocimientos sobre el sagrado mundo del Egipto faraónico. Las inscripciones que contiene su interior además de escenas de la mitología, también ilustran fórmulas químicas como la de la elaboración de la esencia de loto. 

Tras el incendio de la biblioteca de Alejandría, este templo se convirtió en un principal referente de sabiduría, y por ser el templo de Horus , dios de la medicina también.

No muy lejos, en la orilla oriental se encuentra el templo de Komb Ombo. Templo dedicado a dos dioses, a Horus nuevamente, y a Sobek con cabeza de cocodrilo.  Sobek se le consideraba el creador del Nilo, que habría nacido de su sudor. Los antiguos egipcios solían venerar a lo que más temían a través de una asociación mística. 

Los cocodrilos acechaban en el Nilo devorando a animales y personas, y el dios Sobek con cabeza de cocodrilo era el dios protector. Los chacales acechaban los cementerios y  el dios Anubis con cabeza de chacal es el dios protector de los muertos. Junto a este templo se encuentra un museo con momias de cocodrilos.

Templo de Edfu en Egipto
Templo de Edfu

(**)Pongamos contexto para entender la simbología y mitología egipcia: al faraón se le representaba con la barba recta- como vivo, y con la barba curvada- como muerto.En esculturas podía estar sentado- estatua sedente, o con un pie avanzado.  El libro de los muertos es el principal texto funerario religioso, y habla de las fases que pasará el difunto y los exámenes que se le harán.

El faraón- dios ayuda a pasar el examen. Anubis es el dios chacal, sacerdote del embalsamamiento. Osiris es el dios de la muerte. En la historia de la Creación Geb es el creador, principio de vida y fertilidad.

La tierra es la casa de Geb, su hermana y esposa es Nut, diosa del espacio celeste y engendraron hijos dioses Seth y Osiris. Seth organizó un gran banquete para matar a Osiris, metiéndolo en un sarcófago y despedazándolo en 14 trozos. Pero su esposa Isis recuperó las partes del cuerpo y engendró con él un nuevo dios vengador: Horus. El vence a Seth y restablece el orden y la justicia.

En cambio el faraón Amenofis (Amenhotep) IV o también llamado Akenatón durante su reinado, impulsó grandes transformaciones en la sociedad egipcia y en la religión. Intentó converger al monoteísmo con un solo dios Atón. Sin embargo, no dio buen resultado…

¿Qué más ver en Egipto? Mi viaje por el Nilo concluyó al llegar a Aswan, la ciudad más meridional de Egipto.  Una ciudad muy conocida por su presa. El Nilo sufría crecidas y desbordamientos que hacían perder muchas cosechas cuando esto sucedía por lo que ya en el siglo XiX se hizo una presa.

Pero fue en 1952 cuando se construyó la alta presa de Aswan. Este ensanchamiento supuso un gran riesgo para algunos monumentos por riesgo de sumergimiento, y así es como se procedió a rescatar el gran templo de Abú Simbel. Fue desplazado pieza a pieza 200 metros de su lugar original. Fue una operación en la que varios países incluidos España participaron. Como agradecimiento España recibió el templo de Debod.

El impresionante templo de Abu Simbel con las estatuas de Ramsés II
El impresionante templo de Abu Simbel con las estatuas de Ramsés II

Sin duda una de las maravillas que ver en Egipto es el templo de Abu Simbel. Sensacional con una fachada de 33 metros de altura, fue edificado en roca nubia, erigido por Ramsés II en su honor, y con otro templo en honor a Nefertari su esposa. 

Está custodiado por cuatro estatuas de Ramsés .Misterio o gran precisión: cada 22 de febrero y 22 de octubre la luz del sol entra por el templo para iluminar la sala donde se encuentra la estatua sedente del faraón Ramsés II, y después a los dioses Ra y Amón.

Estatuas de Ptah, Amón, Ramsés II y Ra-Horakhti.

Quedando en penumbra siempre Ptah, el dios de la oscuridad.   Te sientes afortunada de visitar el templo y observar su belleza y juegos de luces.

Egipto es un lugar fascinante, con obras impresionantes y vestigios de una cultura sorprendente y enigmática. En la actualidad sus ingresos provienen del turismo, del tráfico generado en el Canal de Suez, del petróleo y gas natural, y de la agricultura (maíz, algodón y azúcar).

Su capital está superpoblada. 104 millones de habitantes se concentran en el 10% de la superficie del país. Nueve años después de la primavera árabe muchos egipcios afirman que el nivel de vida se multiplicó desproporcionalmente, con la subida de precio del petróleo.

Como contraposición a la solemnidad de los monumentos y misticismo, a la salida de cada lugar se encontraban cientos de mercaderes y tiendas de souvenirs. Aswan es un mundo de hombres en chilabas, mercados de infinitas mercancías, y charlatanes sin cesar. 

Es típico comprar esencias. Sándalo, bergamota, ámbar, mirra…y especias con grandes propiedades comino negro, el cilantro muy valoradas en esta ciudad. Aunque recomiendo saber comprar y no dejarse llevar por los sitios hechos para el turista occidental que te cobran el triple que lo que pagarías en una tienda habitual de la calle.

Aunque sea un rollo regatear, al final estás dejando el dinero a un comercio local. Mientras que en los sitios que te llevan los guías turísticos, solo lo pisan los turistas, y pagas mucho más- dinero que se queda una tienda que factura al día mucho más que el resto de tiendas y puestos.

Mercaderes tratando de vender a bordo

Este ánimo incesante para captar el turista, sobre todo por vía terrestre, para mi sorpresa también se da por vía marítima. Con el barco navegando, era habitual que se acercaran algunos vendedores en barca para vender “ a bordo”. No podía dar crédito, y al principio parecía algo curioso y “divertido”. 

Ver como turistas occidentales compran y regatean desde la distancia mientras los marchantes se las ingenian para mostrar sus prendas y lanzarlas a proa para que el turista las toque y si le gusta las compre y le lancé el dinero desde el barco. Sentí impotencia al observar como en uno de esos “regateos” , torpemente perdieron el dinero, al caer todo al agua junto con algunas mercancías rechazadas por los turistas- un «juego» para ellos. Pero un gran riesgo para los vendedores…

El último templo que visite en el alto Nilo fue el templo Philae, en honor a la diosa Isis. La diosa del amor, de la magia y de la música. El susto del día fue al caer al agua una señora que viajaba en mi grupo, cuando salía de la falúa para bajarse a la isla. Hay siempre mucho alboroto de barcas al llegar a esta isla, y confusión. Afortunadamente todo quedó en un susto y la señora que cayó al agua fue rápidamente sacada por la ayuda de hombres que se arrojaron sin dudarlo un segundo al Nilo.

Templo de Philae
Templo de Philae

Tras el bonito crucero durante días por el Nilo, la siguiente parada era el Cairo, la capital. 

Seguro que ya estáis imaginando lo más icónico que ver en Egipto. Los monumentos más emblemáticos y a la vez más imaginados son las pirámides de Gizah. Hablan por sí solas, las mayores construcciones funerarias y la única maravilla de la antigüedad que siguen en pie: Keops, Kefrén y Micerinos. 146 metros de altura medía Keops  – ha perdido algunos metros con el paso del tiempo. Se baraja la cifra de 10 mil trabajadores que construyeron las pirámides durante 30 años. 

Y parece que fueron trabajadores libres y no esclavos como pensábamos por algunas películas de cine. Junto a las pirámides hay dos templos mortuorios, y la Gran Esfinge, protectora de las pirámides. La Gran Esfinge sigue siendo objeto de estudio y misterio, respecto a la fecha de su construcción y posteriores modificaciones.

Keops, Kefrén y Micerinos
Iglesia San Sergio

La contaminación se masca en El Cairo, y el tráfico es uno de los problemas principales. Viajando por la carretera, me di cuenta que las casas en su mayoría se quedan sin terminar, en parte porque sólo al finalizar se liquidan los impuestos, y también porque las familias buscan que sus hijos vivan en el futuro en el mismo hogar añadiendo más plantas.

El Cairo tiene también un importante barrio copto, la comunidad cristiana representa un 10-20% de la población egipcia. Entre otras iglesias  se encuentra la iglesia de San Sergio, que se edificó sobre los restos de la cueva donde huyó la Sagrada Familia, al salir de Belén por la persecución de Herodes.

 

 

Muy recomendable la ciudadela de Saladino, la mezquita de alabastro, y un paseo nocturno en El Cairo por la histórica calle Al-Muizz muy conocida por ser la calle con más tesoros arquitectónicos medievales del mundo islámico.

Sin duda no hay perderse el museo de Arte Egipcio, donde se encuentran la mayoría de los tesoros y arte imprescindibles que ver en Egipto. La fabulosa máscara de Tutankhamón, la sala de las momias, o la paleta de Narmer, son entre muchas las grandes piezas.

En un viaje tan cargado de arte e historia falta tiempo para ver todo con más calma y detenimiento. Pero es clave racionar el tiempo disponible en El Cairo y poder hacer un poco de todo. Las compras también merecen la pena. El Gran Bazar Khan el Khalili, te volverá loca…es estresante la cantidad de tiempo que hay que invertir con el regateo y el “rebusqueo” entre los miles de productos y objetos, el “asedio” de la oferta para casar con tu “demanda”. Hubiera comprado más cosas con más tiempo, si bien algo compré: chilabas egipcias, un tocado egipcio, bolso, collares, anillo, pirámides,….

Como occidental me llamaron la atención muchas otras cosas de este país. Una de ellas es el control de seguridad del aeropuerto en filas separadas , hombres y mujeres. O no encontrar tampones en las droguerías. O el cumplimiento estricto de los rezos por parte de algunos fieles fuera donde fuere  que se encontraran (centro comercial, autovía,…).

Por último, dejé algo de tiempo para poder pasear por mi cuenta por El Cairo, con mucha precaución, sobre todo por el tráfico caótico, y también por prudencia. Y hay zonas muy agradables como este café literario, y esta zona de terrazas de ambiente de estudiantes donde acabé cenando con mi amiga.

Momentos mágicos del viaje, tuve muchos. Los atardeceres del Nilo, escuchar desde el barco el adhan llamando a la oración. Un canto melancólico en la oscuridad de la noche, en el silencio del Nilo. Tiempo de oración para unos y de reflexión para otros… De meditación, también. Resuenan como mantras. Admirar el paisaje desde el barco, contemplar la serenidad del agua dulce del rio bíblico, tiene algo de místico.

Este país deja huella. No sólo por todo lo que hay que ver en Egipto sino por comprender esta civilización milenaria. He intentado plasmar al máximo este viaje aunque nunca es suficiente. Recientemente he comenzado a leer “Sinuhé, el egipcio” . Hay una frase que dice: “El que ha bebido una vez agua del Nilo aspira a volver a ver el Nilo, porque ninguna otra agua apagará su sed».

– Primera parte del artículo de Egipto aquí

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