El 4 de julio para países como Estados Unidos significa mucho, y es festivo nacional. La fecha no necesita subtítulo para saber que se celebra la independencia de un país y es su fiesta nacional. Pero en esa misma fecha España y Portugal, comparten santoral, conmemorando a la misma figura histórica ese mismo día. El 4 de Julio es Santa Isabel de Portugal: una española, reina consorte portuguesa y santa. Esta es la historia del 4 de Julio ibérico.
Me fascinan las historias de mujeres fuertes, y especialmente las que han marcado historia en la península ibérica -ya escribí en una ocasión de Bárbara de Braganza, por ejemplo.
Conocida como Isabel de Aragón, “Santa Isabel de Portugal” nació en 1269 en Zaragoza. Hija de Pedro III de Aragón y de Constanza de Nápoles, se casó con Don Dinis de Portugal “el labrador” el 24 de junio de 1288, en un enlace seguido de fiestas consideradas como las más destacadas de la Plena Edad Media lusa.
Después de casada, Isabel comenzó a mostrar sus grandes facetas duales: su carácter piadoso y caritativo, y al mismo tiempo su fortaleza en un clima de inestabilidad y tensiones gubernamentales. Su vida en la corte portuguesa fue muy distinta a su estilo de vida en Aragón. Las tensiones nobiliarias promovidas especialmente por su propia familia real eran cada vez mayores. Siendo Alfonso, el hermano del rey- su cuñado- el principal enemigo, conspirando por derribar a Dinis (Dionisio) . Y para colmo, más adelante también su propio hijo, se enfrentaría a su padre.
Isabel se ganó las simpatías del pueblo luso, con sus fundaciones religiosas, hospitales de asistencia, y acciones filantrópicas.
Además la reina consorte, acogió a los hijos bastardos de Dinis en la corte, y en la toma de decisiones políticas, acabando algunos de ellos enfrentándose también al rey. Isabel llegó a acudir a los campos de batalla a interceder físicamente entre padre e hijo por la concordia. Todo coraje su personalidad.
En 1325, falleció su marido el rey Dionís. Ella se retiró de la vida de la corte, uniéndose a la orden Franciscana. Isabel peregrinó a Santiago de Compostela en 1327 y en 1325, como una peregrina más, sin privilegios exclusivos y con sus antiguas damas.
Existen distintos relatos de milagros, creando una leyenda de santidad, como el milagro de las rosas. La reina, llevaba panes para dar a los más desfavorecidos cuando fue sorprendida por su marido y preguntándole por sus intenciones. Ella le contestó que llevaba rosas, y cuando tuvo que mostrarle lo que llevaba en su regazo, en lugar de panes…¡aparecieron rosas!
Isabel falleció en Estremoz, víctima de la peste el 4 de julio de 1336. La leyenda también reza que al ser trasladada a Coimbra para ser sepultada, su difunto cuerpo olía a rosas. Fue beatificada el 15 de abril de 1516, mediante bula del papa León X, sólo para el obispado de Coimbra. La canonización definitiva fue el 25 de mayo de 1625, por el papa Urbano VIII.
El 4 de julio es fiesta en el municipio de Coimbra, por ser Isabel su patrona.
Pilar
Style4life
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